Te Prometo Anarquía

la voz se va dispersando por senderos vírgenes ante los focos oscilantes que revelan que la profundidad está ahí, bulliciosa, lista para ser asimilada

juan ramón ortiz galeano

 

[JUAN RAMÓN ORTIZ GALEANO]

 

 

EL MOTOR DE LA ALDEA ENLOQUECIDA

 

“Durante medio siglo
La poesía fue
El paraíso del tonto solemne.
Hasta que vine yo
Y me instalé con mi montaña rusa.
Suban, si les parece…”

Nicanor Parra

 

Las vidrieras donde la niña veía su reflejo
son ahora los ojos quebrados del asesino.
El mercado aldeano enloquece a todos.

Los bárbaros traspasamos las fronteras y tapiales
cargando ganzúas articuladas para abrir sus puertas
y carruajes;
nuestros nietos ingresaron reptando y sollozando,
disminuidos.

Aldeanos, irrumpiremos en sus bocas y en sus culevas, en esta comedia somos los fregadores, los cambia-pañales extra-large, las Cabezas Oscuras del Incendio (léase “Cabecitas Negras” en el Manual Indoeuropeo del Buen Tejedor): pieza fundamental del motor; devorando los fragmentos del Banquete C.A.V.A. seremos inmunes a la ausencia y a las plagas, nuestro estómago es una bodega y nuestra boca la tormenta de reclamos, de querellas atendidas a medias.

Nuestras hijas son mariposas grises,
nuestros hijos poetas extraordinarios
que jamás recibieron premios ni distinciones.

Aldeanos, lo que sacrificamos en un exhalo cuesta cuatro bosques y un río, nosotros llenaremos sus panzas y meceremos a sus hijos (futuros violín/istas y lame-culevas), ustedes saldrán cada día a tensar las cuerdas que nosotros enceramos, a echar combustible al motor; este circoito no le importa a nadie, a nosotros menos que a nadie.

 

***Tomado de Patria Sangrante Aldea Enloquecida

 

 

DIOSES DIETÉTICOS

 

mi niño muere en la playa partido por un rayo
y yo tengo un Dólar de plata atravesado en las piernas
con todo el ímpetu necesario para callarme;
tijeras, cremas, fragancias,
tabaco ya no son útiles
nada alcanza porque nada resucita,
ni el encendedor dorado que arrojé contra la biblioteca
torciendo la tapa de su fuego ahora muerto,
caído entre revistas y dioses edulcorantes

enfoco mi vista hacia la costa nuevamente:
un enjambre de ángeles rubios, inverosímiles e imbéciles
arropa el alma de mi niño con prendas de moda
llevándolo entre mieles y almíbar
curan a mi niño
arropan a mi niño
abrazan a mi niño
elevan a mi niño montando un rayo

 

***Tomado de Arrebatos del Epígrafo

 

 

EL ESPASMO DESHABITADO

 

Agazapado
en los límites externos del Carneval
acicalo
músculos y capacidades sensoriales.

Oigo gemidos,
veo cuerpos voluptuosos;
algunas lanzas
que no han dado en su blanco de Ninfa
me zumban o caen junto a mí,
su leve humo de incienso se eleva,
entre chispazos.

Las ramas que azotarán mi carne
se agitan
como juncos lejanos e inapelables.

Huelo y envidio en los Toreros
el entusiasmo previo al estoque:
espasmo contenido,
torbellino retenido en el pulso,
ahogado rugido,
voluptuosa sensación y llama
que también quemó dulcemente mi pecho
y hoy me deshabita.

Recuerdo el entusiasmo aquél
y lo añoro,
con toda mi piel lo anhelo,
hasta el llanto…

Debo atravesar el Carneval,
debo hallar a mi Luna.

 

***Tomado de Que eres de planta y estás triste…

 

JUAN RAMÓN ORTIZ GALEANO. (Buenos Aires, Argentina, 1975). Escritor. Tiene estudios de Derecho (Universidad Nacional de La Plata). Ha obtenido distinciones en numerosos concursos literarios y sus textos han sido publicados en diversas antologías impresas, bitácoras literarias y revistas culturales.

 

11 de noviembre de 2015
1975, Argentina, autor invitado, Buenos Aires, poesía

una intervención en “la voz se va dispersando por senderos vírgenes ante los focos oscilantes que revelan que la profundidad está ahí, bulliciosa, lista para ser asimilada”

  1. Hebergeur dice:

    En mi caso le sigui el juego Rizu , voy a cantar nanas a mis hijos hasta verlos dormir. Call un instante . Y luego me beber una jarra de vino, comer cordero y me retirar a mis aposentos. Sus hombres se echaron a re r mientras marchaban por el camino de pastores que iba paralelo al Sendero de Sal, alej ndose cada vez m s de la seguridad y la civilizaci n de los territorios abzanos.

¿algo qué decir?