Te Prometo Anarquía

gozosos de salivación y córneas vivas, nos esculpimos los recovecos semánticos en alacenas de aromas imperdibles y carnavales de fluidos crónicos: encías en contubernio

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[ITHA K.]

 

 

AUTOBIOGRAFÍA CONTADA POR OTRA CUALQUIERA

 

En el principio fue la hostia

por aquel entonces

el verbo era llanto

fonética minusválida de chupete

papa labras.

Nunca tomé leche materna

sólo chupete

y la excitación

de cagarse en los pañales

de usar y lavar

ropajes de dictadura

Ariel y Carrero Blanco

higiene de la purísima.

Infancia es poder cagarse encima

cagarse encima

sin que te peguen

el intento de acallar

el eco del hostiazo,

su loop excesivo

lo-cura

lo-cura

y el eco exaltado de la hostia primordial

(sarna con gusto no sarna)

Resiliencia

y salvación

Violación como tránsito a la sexualidad

sana

sana, sana,

culito de rana

mañana

—sólo los violados

alcanzarán el reino de los cielos—

frótame en el lago de los cisnes.

 

 

DIALÉCTICA DE LA HOSTIA Y EL VERBO

 

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas”. SAN JUAN (1:1-3)

 

En el principio era la Hostia. Y la Hostia era con Dios y la Hostia era Dios. La Hostia era en un principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por ella. Menos mal que llegó el Verbo más tarde, para nombrar la injusticia en lo estético.

 

En el principio era la Hostia. El Verbo, que por aquél tiempo era Dios, no se atrevió a abrir la boca. Esto era en un principio. Todas las cosas fueron golpeadas. Y se hizo el silencio.

 

En el principio era la Hostia. El Verbo gritó, confiando en así hacer justicia estética a semejante catástrofe. Desde entonces, el lenguaje y el arte son objetivación del trauma.

 

En el principio era la Hostia. El Verbo llanto, su objetivación, lágrima silenciosa.

 

En el principio era el Verbo. La Hostia lo hizo callar. El resto ha sido silencio.

 

En el principio era el Verbo. A Hostias, lo condenaron al silencio.

 

El el principio la Hostia le cerró la boca al verbo. Se hizo la oscuridad fonética. El trauma pudo cicatrizar como concepto sólo mucho más tarde.

 

En el principio fue la Hostia. La música y matemáticas pitagóricas fueron el primer intento de objetivar su eco.

 

En el principio fue la Hostia. Al Verbo lo crucificamos a martillazos en el picadero.

 

En el principio fue la Hostia. El Verbo es su sollozo. El arte, su lágrima.

 

En el principio fue la Hostia. El Verbo: expresión gutural de la lágrima.

 

En el principio fue la Hostia. La literatura, verbo hecho lágrima.

 

Dadme una Hostia ontológica para que la dialectice en Verbo.

 

El principio nunca fue. Al Verbo le cerramos la boca a hostias.

 

En el principio fue el Verbo. Hasta que llegó la Hostia y lo calló. Todo arte posterior no es sino el intento de objetivar la violencia de ese silencio.

 

En el principio fue la Hostia. El Verbo, música atonal y arrítmica.

 

Los héroes trágicos callan como mímesis de la Hostia.

 

Todo silencio no es sino reproducción de la Hostia primordial.

 

El Verbo es la cicatriz lingüística incapaz de dar cuenta de la magnitud de la Hostia. Sublime sólo en tanto que intento recurrente.

 

En el principio fue la Hostia. El mesianismo marxista de salvación en el Verbo, esperanza que espeluzna.

 

Al principio fue la Hostia. Siga buscando. Hay miles de Verbos.

 

Al principio fue la Hostia. Su eco empezó a calmarse cuando me extirpé autónomamente el ombligo.

 

De la Hostia venimos y en verbo nos convertiremos.

 

Salir de la Hostia me convirtió en la hostia en verbo.

 

Entregarse temerariamente a la hostia es la hostia.

 

El verbo no es sino hostia cicatrizada

 

Bienaventuradas las hostias que se hicieron verbo.

 

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PORNOSOTROS / Historianatural del er(r)otismo / (Textos escogidos)

 

 

El mandamiento de la ley de Sexo

o el Sexo Mandamiento

 

El primero: no tomarás

mis orgasmos

como

algo

personal

 

El silencio del héroe

 

Y es que

hoy

a los héroes

sólo

les queda

callar

como putas

 

Tragedia

 

Y de un zasca,

el Destino

me arrancó

las bragas

de Antígona.

El resto

es

coito

(sin katarsis)

 

Ansiedad edípica

 

Últimamente

me molestan

los penes

que

no

son

míos

 

Blancanieves ninfómana

(dedicada a Lars von Trier, no digo más)

 

Después de haberse acostado

sin interrupción

y reiteradamente

con los siete

enanitos,

érase una vez

una pregunta

de Blancanieves:

Decidme, queridos enanitos,

¿cuándo llegan finalmente los 40 ladrones?

 

Curso de lingüística sexual: primera parte

(dedicado a Saussure y el signo lingüístico)

 

Dichosos los signos

cuyo

significado

sea

correrse

sin referente

 

Crítica a Kant

(desde las Bienaventuranzas)

 

 Bienaventurados

los que carezcan

de ombligo,

porque sólo ellos

podrán pronunciar

en voz alta

la palabra

‘yo’

 

Educación para la emancipación

 

Desde que soy

racional,

he dejado de

cagar

y mi sudor

huele

a Heno de Pravia

 

Imperativo categórico sexual

(Dedicado a Kant, pero sólo metafóricamente)

 

Folla siempre de tal modo

que tu orgasmo

en todo momento

pueda convertirse en

mío

 

La higiene del gesto

(dedicado a dos manos, las mías)

 

Ternura es

pagar

en la caja

del supermercado

con las manos

oliendo

a recién

masturbada

 

DER BAUM UND DIE SCHLANGE

(EL ÁRBOL Y LA SERPIENTE)

 

Éraserpiente una vez un árbolmonje que amenenazaba con la disolución culpable ontologizando ombligos entrecomillados. Literalmente todo esto sucedió antes de que osara escribir este cuentito y poco después de que pronunciáramos atonalmente en voz alta el estigma. Eran los tiempos en que los gritos del árbol me golpeaban de terciopelo los tobillos, mucho antes de mi operación de cirugía estética abdominal. Eran los tiempos del érase una vez, de Aquiles y la tortuga.

 

1. Final utópico, tan falso como la naturaleza misma

(me precipité escribiendo, es cierto)

 

Entretanto aprendí a disfrutar ficcionalmente de ese pasado heroico leyéndote este cuentito mientras serpenteamos sobre las hogueras esperando al mito de los caballos alados.

 

2. Final de descenso al Hades

(la calma indica)

 

Son tiempos de aniquilación y catástrofe, de verdadera vanguardia. Los reiterativos infiernos gasean en silencio los ecos de los aullidos arbóreos. Somos modernos, salimos del mito: Aquiles tiene ahora caparazón de prótesis, a la tortuga le implantan el tendón, las toallas hilanderas me bordan un ombligo en punto en cruz, tatuaje de bella durmiente. El bosque desforestado de enanitos. Y a partir de hoy follamos sin valor de uso. ¡Bienvenido sea el cambio! Para estar a la última y salir del valor de la prehistoria: “Tú lo que eres, es una puta”. Sí, pégame más fuerte: quiero ser mercancía, hostia que no se cosifica. Peni-tencia: dame nada porque no te quiera. Me prostituyo con el tacaño para acabar con el reino de los cielos. El resto, es la novela de los ángeles empalmados (post mortem).

 

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ITHA K. (Alicante, España, 1975). Decidió a los 13 años estudiar filosofía y entregarse temerariamente a la vida. Estudió oficialmente filosofía en las Universidades de Valencia y Mainz y extraoficialmente en la Universidad de Frankfurt, gracias a becas del Ministerio de Educación español, el DAAD y muchas noches trabajando en bares. Sus conferencias y publicaciones científicas se centran en Crítica de la sociedad, estética e interpretación y en autores como Friedrich Nietzsche y Theodor W. Adorno. Desde agosto del 2008 está asentada nomádicamente en Berlín, donde trabaja en el “Archivo Theodor W. Adorno” en una tesis de doctorado en Filosofía sobre la actualidad de la filosofía como interpretación históriconatural del arte. Sus últimos experimentos en el ámbito raciopoético son los micropoemas enajenados de sí mismos. Con ello, intenta construir imágenes constelativas mediante un lenguaje reducido kafkianamente a gesto y una dialectización de la fonética. El resultado —siempre provisional e insuficiente— apunta a una fiesta e(r)rótica en lo estético como ámbito de lo verdadero. 

 

 

21 de mayo de 2014
1975, Alemania, Alicante, autor invitado, Berlin, España, performance, poesía, prosa

una intervención en “gozosos de salivación y córneas vivas, nos esculpimos los recovecos semánticos en alacenas de aromas imperdibles y carnavales de fluidos crónicos: encías en contubernio”

  1. karlotti dice:

    PARA CALMARME ANTE TANTA FÍSICA A LA PATA CALLANDO, ANTE TANTA DULCE SANGRÍA, UN POEMA A BOTE PRONTO:

    Un ruido ensordecedor
    con la tarde pasando a toda h-ostia
    con su motor de ranas
    llenando de charcas
    la avenida principal riada
    hasta alcanzar la boca
    de un metro atiborrado
    Un ruido que pregona mas ruido
    sin tachar el silencio que te empapa
    ruido y mas ruido
    como un cántaro vacío
    en pleno deshielo
    del Yukon entre tus piernas
    que me abrasan y donde abrevo
    me babo y bebo y me babeo
    hasta dar de bruces en tu aurora.

    Y OTRO POEMA DEL PUNKY QUEVEDO

    QUE CON SU PAN SE LO COMA

    Que el viejo que con destreza
    Se ilumina, tiñe y pinta,
    Eche borrones de tinta
    Al papel de su cabeza;
    Que enmiende a naturaleza
    En sus locuras protervo;
    Que amanezca negro cuervo,
    Durmiendo blanca paloma,
    Con su pan se lo coma.

    Que la vieja de traída
    Quiera ahora distraerse,
    Y que quiera moza verse
    Sin servir en esta vida;
    Que se case persuadida
    Que concebirá cada año,
    No concibiendo el engaño
    Del que por mujer la toma,
    Con su pan se lo coma.

    Que mucha conversación,
    Que es causa de menosprecio,
    En la mujer del que es necio
    Sea de más precio ocasión;
    Que case con bendición
    La blanca con el cornado,
    Sin que venga dispensado
    El parentesco de Roma,
    Con su pan se lo coma.

    Que en la mujer deslenguada
    (Que a tantos hartó la gula)
    Hurte la cara a la Bula
    El renombre de Cruzada;
    Que ande siempre persignada
    De puro buena mujer;
    Que en los vicios quiera ser
    Y en los castigos Sodoma,
    Con su pan se lo coma.

    Que el sastre que nos desuella
    Haga, con gran sentimiento,
    En la uña el testamento
    De lo que agarró con ella;
    Que deba tanto a su estrella,
    Que las faltas en sus obras
    Sean para su casa sobras
    Cuando ya la muerte asoma,
    Con su pan se lo coma.

¿algo qué decir?