Te Prometo Anarquía

Ámsterdam

porque la vida concentra y prolonga momentos a su antojo, porque al final todo sucede sin elección y a uno lo eligen los propios sucesos

Ella se mecía al ritmo de la marea de aguas cristalinas que tenía a la vista. Sus pies mojados jugaban distraídos.

06 de octubre de 2012
1974, Ámsterdam, Guatemala Ciudad, Holanda, narrativa