Te Prometo Anarquía

sigamos simulando que somos el alma de la pleamar que asume el riesgo de querer ser espesa miel ante la cercanía del cielo

natalia schnaider

 

[NATALIA SCHNAIDER]

 

 

AMULETO

 

No hace falta ser huracán

para sumarme a las destrucciones cotidianas;

acepto que soy

el campo yermo

que dejó la catástrofe.

 

 

PUÑETAZO DE ÁNGEL

 

Alguien llega y me da un puñetazo en la cara

caigo y pierdo mi ángel

el golpe me devuelve a la tierra

yo soy del aire, de las alturas

floto y fluyo

no sé nada de caminar, arrastrarme, transportarme

como tosca de barro

o piedra pesada

recuerdo que sé correr

sé huir

y caigo y pierdo mi ángel

cuando tropiezo

casi siempre

me ahogo en la fuente

me claustrofobio

me transparento

mis líquidos se mezclan

sin esencia

salto

y caigo y pierdo mi ángel

me asoleo

me amarilleo y marchito

y caigo y pierdo mi ángel.

 

 

MARIBUNDA

 

Salobre

Estirada

Muda

Plena

Enredada

Abierta al medio

Receptiva

En espiral

Perfumada

Me recuesto

 

 

A LA ESPERA

 

Hoy no viniste

ayer tampoco

anteayer no

La semana pasada

el mes anterior, ni el pelo

a principio de año

ahí te vi

lucías bien

yo también

hoy no viniste

ni avisaste que lo hacías

ni lo contrario

claro, uno no dice

“no voy”

directamente

no llega

sin embargo

te espero

y esperar

es así

es esto

mirar por la ventana

agudizar el sentido

buscarte en la calle

creer que tu alma se apoderó de un gato

y querés estar cerca

escribir cartas con tu dirección

dedicarte momentos

nubes

hojas

botones

mirar la cartelera de cine

y adivinar qué película veremos juntos

qué playa caminaremos

bajo qué árbol llegaremos a extendernos las manos

hoy no viniste

no es triste

es un compás de baile

es una preparación de ansiedades

es la resolana del amor

hoy no viniste

pero sigo creyendo

empecinadamente

que mañana

en un rato

antes que anochezca

en la madrugada

vas a llegar.

 

 

LA NOCHE

 

Cuando la noche es triste

nos levantan los fantasmas

nos murmuran los pasados

nos aplastan los errores.

 

Cuando la noche es triste

lo denuncian los párpados

las cíclicas trampas

la piel postergada.

 

Cuando la noche es triste

uno sabe que arriesgó demasiado

que pidió en exceso

que no puede perdonar

que es imposible confiar

que hay una excusa para correr sin mirar.

 

Cuando la noche es triste

no hay mañana de alivio

no hay tarde de alientos

no hay, de nuevo, noche.

 

 

LA VERDAD QUE CURA

           

Mirá si hoy decís una verdad. Una chiquita, breve, sencilla. Sin gritarla, sin musitarla. Para adentro, para vos. Eso que hace tanto tenés ganas de decirte. Sería bueno compartirla. Pero no ahora. Con voz firme, con canto. En este mundo que vive dándose la palabra para violarla, para ensuciarla, para incumplirla. Cómo va a tener valor el poema, el cuento, el libro. La palabra se quiebra. Nadie quiere nombrarla. Los humanos ya no nos damos las manos ni nos estrechamos en abrazos. Se acabó la sinceridad. Fusilada en la vereda bajo el sol. Duele. Hay que dolerla. Nos miramos al espejo o miramos para otro lado. Por encima del hombro, por las cerraduras. Hacemos lo imposible por indecirnos, adecirnos. Carentes de palabra andamos. Inseguros, temerosos, paranoicos, sustituidos, intermediados. El ciclo se cierra. En calma, me doy la palabra, me cumplo.

 

 

NATALIA SCHNAIDER. (Buenos Aires, Argentina, 1974). Periodista y fotoperiodista en el periódico EcoDías y docente en Escuelas Secundarias Públicas. Ensaya poemas y microcuentos todo el tiempo posible. Realiza lecturas públicas junto a colegas en “Poesía en la Calle”, movimiento de su ciudad natal —Bahía Blanca— y en cafés literarios a los que es invitada. Poesía instantánea, su primer libro, será publicado en breve por la editorial guatemalteca Chuleta de Cerdo.

 

 

20 de mayo de 2014
1974, Argentina, autor invitado, Buenos Aires, poesía

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