Te Prometo Anarquía

luego de la alborada y del hartazgo del día, irrumpe el hermoso y atroz festival de destellos desde la mismísima sucursal del infierno

álvaro montenegro

 

[ÁLVARO MONTENEGRO]

 

 

ESPEJO

 

Siento frío

Del tejido para dentro

Un poco más adentro

Sí, en la penumbra

En la carne con sangre

La noche sin estrellas

Se sabe pero se calla

Los órganos inverosímilmente simétricos

Lo infinito puesto en la balanza

La muerte, contrapunto de la vida

Las gotas de un amor cansado

Que corrieron desde tus párpados

Ahora chorrean con desprecio

Por el piso de mi cuarto

 

CARA A CARA

 

Siempre le temí a este día

Cuando se transparentara todo

No puedo más que anhelar un pasado

Que nunca emergió de la áspera soledad

Te vi sobijando cariñosamente una mano

Que no era la mía

Y saboreé el ardor de la desdicha

Como los pobres contemplan

El efímero gusto por un platillo sofisticado

Muerto en una vitrina

 

LOS DESAPARECIDOS (PUNTOS SUSPENSIVOS)

 

La historia gotea amargamente

En las conversaciones de sobremesa

De repente quema

Y una lágrima se encarama

Al volcán de llanto que ya no cuenta

Ni las leyendas

Se degradaron hasta marchitarse

En los ojos y en las lágrimas

Las sombras pasan desprevenidamente

Se llevan las palabras que no se dicen

Jalan la sabanita

Se tapan, cierran los ojos

Y duermen reservadamente

En el habitual insomnio

De su madre y sus parientes

 

DUCHAMP ME DECEPCIONÓ UN POCO

 

A Alejandro,

 

Quizá seamos demasiado burgueses 

En eso de vivir volando sin alas

En mundos tibios con olores amargos

Los planetas suspendidos en el sabor de un milcolores

Y entre las atarantadas madrugadas

Recuerdos lejanos

Una sombra muerta transitando

Una mordida, el miedo al maldito pasado.

Extraño, mi hermano

Esa sonrisa siempre honesta

Aunque le siguieran las sacadas de madre

Muchos gritos y después

Un final abrumador que nunca nos empalagaba

Charlas, lágrimas y una unión más que eterna

Con la gorrita de lado

El tablero de ajedrez

Donde meneamos las damas españolas

Y holandesas y africanas

Nos íbamos hasta la luna

Gritándole en las gradas

Al tetracampeón centroamericano

Y luego, en alguna calle perdida y desalmada

Deseando no haber nacido

O quedarnos a vivir por siempre

 

COMO UN DIOS

 

Quiero que me quieran como un dios

Para que me alaben concretamente

Y escondan debajo de lo que sea

Sotana, capirucho, toga o corbata

Lo contagioso de mis defectos

Quiero que griten mi nombre al cielo

Como el salvador de los murciélagos

Porque le caben todas las vocales

Y las cuevas vernáculas de mi alma

Deberán permanecer escrupulosamente ocultas

Como una cantina a las tres de la mañana

Abierta solo para aquellos bebedores malditos

Que nunca abandonan las madrugadas

Será hoy, quizá mañana

Que perezca y me carguen en andas

Durmiendo en los cuellos de los recuerdos

Un bastón yacerá a mi lado

Por los siglos y los siglos

Amén

 

AL CALABOZO

 

Melancólicamente acepto

Las infaltables guerras

El niño que hoy desfalleció

Con una mueca vaga

Las costillas glorificándose en su vientre

Pálido como la cornisa de una catedral recién limpiada

Y pereció gracias al hambre

Y al hombre

Como acepto las incongruencias

Los extremos que se besan

Que toda sombra anda y palpita

Pisando las huellas de la virtud

Te extiendo mi brazo desde lo lejos

No para acariciarte, querida

Sino agitándolo como un pañuelo blanco

En señal de despedida

 

EPIFANÍA

 

Me hacés gritar en el silencio

Para eso existe la literatura

Podrás decirme

Cuando noto esa mueca frágil

Que te nace cuando sonreís de lado

Aunque pase años sin notarte

Años sin añorar

Tu aura permanece

Más débil y golpeada, claro

Después de tantas tachas y rock n’ roll

Pero continuás brillando como el mar

Reflejando el atardecer

Un horizonte acuoso, doloroso

El abatido ronquido de la mar

Moribunda poesía inmortal

 

ALICIA

 

Tus labios sonrosados

Pétalos fugaces, místicos

Con sabor a vidrio tibio

Tu lengua detrás

Revoloteando mis entrañas

Que sudan como lluvia de septiembre

Frente al veneno fértil que brotas en mí

Esa tormentosa cualidad de sonreír

La vida es tan rara

Que hasta se puede ser feliz

 

CASAMIENTO

 

A Javier,

 

La vida seguirá siendo la misma

Con dos o tres charlas menos

En el helado calor de la madrugada

De música unos grillos chillones

Y el telón negro explotado de estrellas

Degradándose en las historias compartidas

El conocimiento humano

Sobretodo filosofía y política

Y los libros de siempre

Nuestra biblioteca compartida

Más que física es espiritual

La que anhelábamos de niños

La tenemos compadre, por fin

Te marchás del capullo

El infinito se detiene para esperarte

Como la trenza que hemos construido

Que nos llevará, sin dudarlo

A limpiar por completo este olor a mierda

Vos y yo sumamente duales

Por eso quizá, nunca chocamos

Un hermano, más que hermano

Una especie de museo

Donde te tomás el tiempo para apreciar las verdades

Algún día iremos a París, Shangai y Buenos Aires

Aunque hayamos viajado más lejos

En el mundo ficcionado que siempre es parte

Tan parte que hasta en la entrada de tu boda

Tan real como las manos apretándose

La Maga, Horacio y un sincero río

Un frío, un olor a piedra verde

Y vos allá. Yo acá y viceversa

Horacio en nosotros

Tanto que te escribo mi hermano

Espero no aburrirte nunca

Compañero de verdades

De ficciones más amables

Te deseo lo mejor de lo mejor de lo mejor

Porque sé que así será

Que llegue pues la senda

Sin tantas alucinaciones incitadas

Sin tanta turbulencia

A exprimir, pues, el presente

Con este amor que no te miente

 

***Textos extraídos de “Los 4×4”, Vueltegato Editores, 2012

 

09 de octubre de 2012
1988, Guatemala Ciudad, poesía

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