Te Prometo Anarquía

en esta mesa hay un libro de par en par, un mundo introspectivo, unas reglas cristalinas, humanas, premeditadas…

 
 
FÜR ELISE

¿Ésta es tu respuesta a mi optimismo vida?

Esta habitación se tiñe de un negro más oscuro que mis propios pensamientos,
la nube negra de un futuro incierto envuelve mi ya frío cuerpo llenándome de agonías.
¡Quítenmelas de encima!, por favor, ¡Quítemelas de encima!
El temblor de mis labios no me deja probar bocado,
el rojo de mis ojos arde como leño encendido
y el agua de mis lágrimas no lo calma.
Cavé mi propia tumba buscando la felicidad
y enterrado hasta las entrañas en mis propias ilusiones,
la soledad arroja la última tanda de tierra
sepultándome en la vergüenza y el desamparo.
¡Ésta es mi respuesta a tu optimismo vida!
El baño de sangre que no regresará a mis venas,
líquido resbaladizo que regará los frutos podridos de mi pasado
para que alguien más disfrute las mieles del dolor.

¿QUÉ SOMOS EN REALIDAD?

¿Qué somos en realidad? ¿Parte de una masa que se mueve sin ningún motivo realmente importante?

Pasamos junto a otros seres similares a nosotros sin siquiera verlos. No nos interesa la trayectoria, vida, problemas o historias que estas personas tienen para contar. Ni siquiera los olfateamos, sería primitivo, pero al menos sabríamos algo de ellos: su olor.
Es cierto que para llegar a “conocer” a alguien se necesita de toda una vida, y aún así, la mayor parte del tiempo nos sorprenderá sus actitudes y decisiones.
Ahora, sólo imagino cuánto creceríamos si cada persona al pasar a nuestro lado aportara algo a nuestras vidas. Supongo que con el tiempo se tornaría tedioso, pero igual de tedioso es pensar en cuántas personas se encuentran solas, sin nadie a quién compartirle esa experiencia de vida tan enriquecedora.
Habrá que darlas por perdidas supongo, pero si es así, ¿cuál es el motivo de su existencia? ¿Se guardan en la memoria del tiempo para enriquecer el espíritu de la historia de un lugar o época? ¿O incluso de la historia misma?
Esto no es lo que me inquieta porque de ser así no se darían por perdidas sino más bien como recicladas; lo que me preocupa es pensar en perder esos momentos, pensamientos, opiniones, filosofía, sus sentimientos.
Y después de todo, ellos y sus pensamientos tampoco son mi preocupación principal. ¿Qué hay de los míos? ¿Qué hay de mis recuerdos? ¿De mi vida? ¿De mi filosofía? ¡¿Qué hay de mis sentimientos?! ¿Seré uno de ellos? ¿Seré un simple bocadillo en el banquete de la historia? ¿Quién va a quedar para recordarme? La vida es un juego de memoria.

APAGO MI CIGARRILLO

Rara vez me siento así, algo perdido, como si me sentara en un bosque a esperar el frío. Sé que soy feliz, pero por hoy, el mercado de los sueños se ha cerrado. Mis pies regresan a la mojada tierra, se siente tan fresco; pero al momento de regresar me siento en un lugar desconocido, como si nunca hubiera estado aquí, no recuerdo siquiera que de aquí partí. Mi regreso siempre es así, unas cuantas lágrimas y todo listo, es mi tributo a la tierra por dejarme volar, supongo. Conseguí varios recuerdos mientras estuve allá, una concha de mar que me recuerda mi soledad estando en compañía, un boleto de tren, vendría a ser mi osadía, una ficha, simples momentos de locura, una botella tallada, un buen recuerdo, traigo en mi bolsón, muy al fondo un boleto de avión, un mes inolvidable y de nuevo un regreso a la tierra doloroso. Creo que eso es todo por mi primer viaje hacia esa tierra, ahora que estoy listo para viajar de nuevo, tengo miedo al inevitable regreso, en la sala oscura me di cuenta que así sería, mis lágrimas reflejadas en la pantalla, un suspiro hacia la derecha y un consuelo son todo lo que recibí. Pero por algún motivo estoy dispuesto a sufrir de nuevo. Espero que esta vez el dolor sea distinto, que no me quede con ese sabor a tierra en la boca sino al contrario, salga, por fin, con mis ojos viendo hacia el cielo, listo para un nuevo viaje, a otra tierra, por favor. Pero mientras tanto este taxi se empeña en llevarme hacia allá, llevo más expectativas de las que debería, apago mi cigarro contra la ventana mojada, el último, lo prometí, pero los sacrificios no aumentan, se mantienen y me traen mejores cosas. Las luces pasan, como advirtiéndome de mi destino. Un stop. Una calle a mi derecha. Mi mirada abajo. Doy gracias al conductor de mi destino sin saber si debo de agradecerle. Arreglo mi chaleco, abro mi sombrilla siento el viento frío rozar con mi rostro, sabía que debía traer bufanda. Mi reflejo en la ventana de ese auto amarillo me ruega que regrese a mi hogar, pero alguien me espera, mi destino, cierro la puerta, volteo y allí, sus ojos, su mano extendida, sé que me lastimará, pero cada momento será único. El taxi detrás de mí, parte en busca de otra víctima.

COMO ME SIENTO ALGUNAS VECES

No hablo, porque sé que mis palabras hieren y se clavan como dagas en los sentimientos de los débiles, hiriendo sus creencias y tambaleando su vida.

No veo, porque me asusta darme cuenta de la ignorancia en la que estoy viviendo, la de los que me rodean y la que todavía está por venir.
No escucho, porque no hay nada que escuchar, todo está en silencio después del día, la noche no tiene voz.
No siento, porque mi sangre se evapora de tan sólo rozar con el viento de mis pensamientos; así es como me siento algunas veces.

EL MERCADO DE LOS SUEÑOS

Un día mientras paseaba por la luna
compré una flor en el mercado de los sueños,
al llegar a casa antes de dormirme la besé, y se transformó en un corazón latente,
justo entre mis manos, guardé ese corazón en lo más profundo de mi alma,
como una joya única que sólo se encuentra en el jardín de los sentimientos,
decidí que ese corazón sería el motor de mis acciones y buscaría en él
ese impulso divino que me motivara a realizar mis sueños.

Mientras el corazón iba creciendo y llenándose de fluidos únicos compuestos de caricias y besos, mi cuerpo desarrolló alas, extremidades nuevas que me hicieron volar alto al cielo de las ilusiones divinas sin posibilidad de caer.
Busqué la forma de aprender a usarlas de una mejor manera
y conseguí planear sobre campos de soplos suaves que aumentaban mi velocidad
y conducían mi rumbo hacia un túnel de emociones nuevas y distintas
que hicieron que la calma volviera a mi vida,
simplemente otro día normal en el mundo.

03 de julio de 2009
1989, Guatemala Ciudad, poesía, prosa

2 intervenciones en “en esta mesa hay un libro de par en par, un mundo introspectivo, unas reglas cristalinas, humanas, premeditadas…”

  1. Maria Andree Abadia dice:

    Me encantó FÜR ELISE.
    El optimismo es tan sólo institución creada para hacerte ver los momentos negros, blancos y los grises. Sí, esos, los grises que son los que más encuentras en las ilusiones.

  2. el Kontra dice:

    in mai opinieon… el último fue el mejor. saludos

¿algo qué decir?