Te Prometo Anarquía

un asomo: por mi parte sigo esperando en la penumbra bajo el techo inclinado de la casa contigua a la soledad

  
[DARVIN GONZÁLEZ]
 
 
 
CALOR, SOLEDAD MÍA

No escribo canciones
Escribo poesía, la escribiría
Escribo lo que escribo sin pensarlo
Sin meditarlo, con esmero
Cada palabra
Dibujada entre cada palpitar
Suena al cosmos
Se siente el calor
Huele a pudor
Mi ciudad
Llena de sangre que se cuece
Que se mece

Espíritu vuelas,
Razonas, te inspiras

Mis pies descubiertos y sucios
Sobre el asfalto
Entre luces centellantes
Y lluvia
En una esquina, no,
En un rincón
Allí uno desmaya
Se cae, se ahoga
Sin saber siquiera si lo tiene merecido.

No ha cambiado nada
Y ha cambiado mucho

Aunque ahora se ve diferente
Las diferencias permanecen

No hay noticias
Ni semejanzas
Ni cambios aparentes o esenciales

Palabras, palabras
Palabras, frases y riñas
Soledad mía
Pienso en ti cada día, cada sol, cada luna
Pienso en todo lo que te di

Aquí estoy, a tu lado

Me duelen los brazos
Me calcina el corazón el calor
El estupor se vuelve vapor
Sobre la cama que no es mía
Semidesnudo, en ella me desvanezco
Queriendo sentir frío
Saltar de mi opresión
Saltar de la cama
Al auxilio, al exilio

¿Y a dónde vas?
Con esas alas
¿A dónde vas?
Se te ve tan inhumano
Y tan hambriento

Intenciones, árboles llenos
De flores que curan dolores
Y en los jardines parejas
Que se prometen amor
¡Vaya prisión!

Baila, baila
Sobre las hojas, en las estaciones
Sin importar que te observen las piedras

Y en la cesta de mis ideas
Allí nada pasa
Por eso no necesito escribir
Palabras que nos confundan
Que presuman
De tu regreso
De tu proceso

Al cuarto donde
Se besan las sombras

Y es que te siento tan lejos.

INDIGENCIA

Hasta hoy
Desde siempre
Desde no sé cuándo
Alguien perdió una sonrisa
Lo golpearon en el pecho surcado por el tiempo
Ahora se alimenta de llantos
Y de los trozos secos y duros
Que caen de las mesas inundadas de presunciones
Y las comparte con los perros sin amo

Hoy da un paso
Sube un escalón
Pero se tambalea.

SED

Tengo sed
Sed, sed, sed
Sed de escribir
Aunque no tenga sentido para ti ni para nadie
Para ellos, para sus ojos, sus oídos
Y sus generaciones sin favores

Sed de pertenencia
Independencia
Mes de diferencia e indiferencia

Aquí gritan los esclavos de su miseria
Allá los que festejan
Por allí en la penumbra
Los que añoran el suelo
Que vieron teñirse de escarnio
De donde fueron desterrados sin razón

No hay nombres
Ni noches de luna

No consiento las burlas ni los castigos, sólo las rimas

Infancias, distancias, carcajadas en el lodo
Los pantalones rotos
Juegos, apegos
Mimos, desprecios
Miradas, caricias tiernas
¡Ay, dulce infancia!

Sed amargada por las madrugadas de descontrol
Perdieron mis ojos su naturaleza
Y mis manos se pegaron a las caricias de una extraña
Sed de rendición
Y olvido
En un respiro frío
Un respiro de lamentos…

ESPERAR ENTRE LAS CENIZAS DE MIS AMBICIONES

Piezas rotas/perdidas/retorcidas
Cuerpos incompletos sin funciones
Días amargados
Esperanza noble
Destino censurado por la ineptitud
Calles grises solitarias
Amigos cuyos nombres olvidé

Sueños insoñables, insólitos
Anhelos ásperos
Realidad cruel, realidad fortuita

De rodillas con la frente extenuada al suelo
Y los dientes hundidos en él

Debo dejar a la luz respirar entre las penumbras de esta habitación
Riendo de la vida, riendo de lo perfecto

Mi andar es incierto, mis pasos son nubes
Mis palabras, poesía
Mis sueños, hojas blancas en un libro de ingratitud

No resta nada más que esperar
Esperar compasiones
Entre los días que caminan como muertos
Días pesados, días que son largos
Y que extienden sus delgadas ligaduras
Sin soltarte, te atan a ellos
Pero esperas
Que deliberadamente se rindan

Te limpias el cuello
Bañado de pobreza
Aprietas las manos en el vacío
Y sigues esperando

Espera tortuosa
No olvides las oraciones
No olvides las palabras

Quema esta espera
Inquieta dolorosamente
Aparece delante la puesta de un sol
Que se hace cada mes más viejo

BELLA CULPA

A alguien le robé sus palabras
Dijo:
Las mujeres no se disparan a la frente
Ellas se disparan al corazón

Dentro de cada una hay un extraño
Que posee sus piernas, sus brazos, su cuerpo
Come y sobrevive junto a ella

Las píldoras en el fondo del inodoro
Historias en las gavetas

Ella necesita seguir viviendo
No desea desaparecer
Pero vive en el silencio
Y habla de sombras en las esquinas
Y de personas con miedo a otras personas
Que no entienden de libertad

Recostada junto a un árbol en una noche azul
Contemplando al vacío
Luego, sentada en el tren dorado,
Sin ansiarlo, de nuevo siente deseos de transgredir
Ahora ya no le tiemblan las manos

También evita a quienes ignoran de sus actos
No todos pueden regresar
Y dicen que todos los muertos hablan
Y las mentiras dicen cosas
Como una insensible amalgama de formas

En la salida del oscuro túnel
Sin poder regresar a esa persona
A ese otro lugar
De esta cosa
De esta extraña cosa
Esto es todo lo que eres

 

18 de febrero de 2009
1983, poesía, San Marcos

3 intervenciones en “un asomo: por mi parte sigo esperando en la penumbra bajo el techo inclinado de la casa contigua a la soledad”

  1. Luis De León dice:

    comprendo la pasión con la que escribes, y el que tus letras estén condenadas al anonimato, pero que maestro del desencanto que sos, que vision de la realidad de los vocablos, que cachetada a las palabras que dicen más de lo que significan.

  2. More Baker dice:

    Execelente este material que tienes aquí! Me quedé enredad en estos versos.
    Saludos.

  3. dARVIN dice:

    gracias more he visto lo que escribes tambien, ¿donde? es de mis favoritos. saudos

¿algo qué decir?